Mindfulness: ¿Qué es y cómo practicarlo?

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«Entre el estímulo y la respuesta existe un espacio. En ese espacio radica nuestra capacidad de elegir nuestra respuesta. En esa respuesta encontramos nuestro crecimiento y nuestra libertad». Victor E. Frankl, autor de «El hombre en busca de sentido».

En este artículo vamos a abordar el tema del mindfulness, tan conocido, comentado y de moda, y las distinciones que tiene respecto a la práctica de la meditación. Aunque a menudo puedan parecer similares, es importante destacar que no son sinónimos y que tienen significados diferentes. 

El mindfulness se considera una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación. Contrariamente a lo que se pueda pensar, el mindfulness no es una novedad. Se trata de una técnica antigua que hemos adoptado de las tradiciones budistas, con una historia de 2500 años, relacionada con la espiritualidad y la práctica generalizada de la meditación entre los monjes. Sin embargo, hemos occidentalizado esta técnica. 

A pesar de esto, es importante no confundir el mindfulness con ninguna religión directamente. ¿Por qué? Porque su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas en términos concretos y demostrables, sin entrar en consideraciones filosóficas, creencias o religiones personales.

¿Qué es el mindfulness?

El Mindfulness es la concentración de la atención en el presente, un método para alcanzar una atención plena, enfocándonos en lo que está ocurriendo «aquí y ahora», aceptándolo sin más, sin intentar cambiar ni juzgar nada. Su significado es la plena conciencia. Se trata de centrarse en lo que sucede en nuestro interior y en nuestro entorno, y saber dejar de lado el ruido y las distracciones. 

El doctor Jon Kabat-Zinn y su equipo comenzaron a utilizar el mindfulness de manera terapéutica en la clínica de reducción del estrés del Hospital de la Universidad de Massachusetts en 1979, desarrollando así un programa de 8 semanas basado en mindfulness para la reducción del estrés (MBSR), diseñado para ayudar a las personas a aprender a convivir con condiciones médicas crónicas.

Diversas investigaciones científicas han demostrado que incluir el mindfulness en nuestra rutina diaria conlleva numerosos beneficios para nuestra salud física y mental. Es muy beneficioso para el autocontrol en los niños, para el desarrollo de la resiliencia y las habilidades de afrontamiento en personas enfermas, así como para mejorar los niveles objetivos de salud. Entre sus beneficios se encuentra la reducción del estrés y la ansiedad, la mejora de los niveles de concentración y memoria, la eliminación de pensamientos intrusivos incapacitantes y el alivio del dolor.

El poder del mindfulness: Cultivando la calma

Vivimos en un momento en el que la ansiedad y el estrés están en aumento. Aprender a mantener la calma a través de la atención plena es crucial. Algunas investigaciones neurocientíficas sugieren que la práctica del mindfulness fortalece las conexiones entre la amígdala y la corteza prefrontal, responsable de regular la expresión de nuestros pensamientos, emociones y acciones. 

Una conexión sólida entre la corteza prefrontal y la amígdala nos protege de los efectos nocivos del estrés y la ansiedad. En la práctica, el mindfulness brinda a las personas una conexión profunda consigo mismas, con su cuerpo, mente y emociones. Por ello, se convierte en una práctica esencial para gestionar adecuadamente los pensamientos y emociones. 

Al practicar mindfulness, uno se percibe a sí mismo desde otra perspectiva, como un observador que presencia todo lo que ocurre en su interior y su entorno. Esto aumenta la conciencia sobre los propios sentimientos y pensamientos, brindando una mayor capacidad para alinearlos con cualquier objetivo de vida.

qué es el mindfulness

Alcanzar la plenitud

Para alcanzar el mindfulness, es necesario aprender desde cero y entrenarse diariamente. Existen diversas técnicas que pueden ayudarnos a lograrlo: practicar yoga, meditación, respiración consciente, escaneo corporal, entre otras. Por lo tanto, la meditación es solo uno de los varios vehículos que tenemos para alcanzar el mindfulness. 

Como mencionamos al inicio de este artículo, mindfulness es un estado o rasgo que se logra mediante la práctica de la meditación, independientemente de si la persona es religiosa o no. El objetivo del mindfulness es alcanzar un profundo estado de conciencia durante la sesión, y se utilizan diversas técnicas específicas para lograrlo. Buscamos que nuestra conciencia se relaje y no emita juicios sobre nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos.

¿Cómo practicar el mindfulness?

La práctica del mindfulness implica seguir varios pasos que pueden ayudarte en tu camino: En cuanto al tiempo, es recomendable comenzar practicando algunos minutos al día e ir aumentando gradualmente hasta llegar al ritmo ideal de 30 minutos diarios. Se requiere perseverancia, no desistir si al principio no se perciben cambios y evitar avanzar demasiado rápido. 

Ten paciencia. Encuentra un momento tranquilo en tu día: ya sea por la mañana justo después de despertarte, al finalizar la jornada antes de acostarte, o después del almuerzo al mediodía. Selecciona un ambiente relajado: libre de ruidos y distracciones externas, con una temperatura agradable y donde te sientas cómodo, ya sea en tu habitación, en la oficina, en un parque al aire libre o en el jardín. Viste ropa cómoda y adopta una postura cómoda, ya sea sentado en el suelo con la espalda recta para no interferir con la respiración, o tumbado sobre una esterilla. 

Concéntrate en tu respiración: enfócate en cómo el aire entra por tus fosas nasales hacia tus pulmones, nutriendo todo tu cuerpo de oxígeno, y cómo luego sale de nuevo por la nariz, llevándose consigo todo lo negativo. Cuando tu mente se distraiga, reconduce tu atención hacia tu respiración. Con la práctica, mejorarás la técnica y necesitarás menos tiempo para lograrlo.

Liberar la mente de pensamientos y emociones

Permite que los pensamientos y emociones surjan libremente: es importante mantener una actitud neutral hacia ellos, sin juzgar si son buenos o malos, simplemente percibiéndolos y observándolos de manera objetiva. Esta práctica puede ser desafiante, especialmente en un mundo lleno de estímulos constantes y una mente que procesa información rápidamente. 

Sin embargo, con entrenamiento, rutina y hábito, cada vez te resultará más fácil alcanzar el mindfulness. Una vez que hayas adquirido la práctica, para integrar este cambio en tu vida diaria, debes llevar esa atención y conciencia que has desarrollado durante la sesión a tus actividades habituales. Introduce la atención plena en tu vida cotidiana para incorporar el mindfulness a tu día a día. 

A través de esta práctica, puedes dirigir el rumbo de tu propia vida, no permitiendo que tus pensamientos o emociones lo hagan por ti. Tienes en tus manos una herramienta poderosa para transformar tu vida en una experiencia significativa.

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Beneficios del mindfulness

Con el mindfulness, aprendemos a resistir el impulso de seguir patrones que no nos benefician. Cultivamos un espacio entre el pensamiento y la acción, aumentando gradualmente nuestra capacidad para estar en el presente y reaccionar de manera menos impulsiva. Esto nos permite tomar decisiones más libres y adecuadas para cada situación, sin dejarnos llevar por automatismos. 

A lo largo del año, enfrentamos tareas y responsabilidades que generan mucho «ruido mental». ¿Te has detenido a observar cómo te hacen sentir todas esas experiencias? ¿Eres consciente de cómo te afectan? Es común lidiar con el estrés diario y las preocupaciones sobre el futuro, lo que a menudo nos lleva a reaccionar sin pensar conscientemente. 

Es fundamental tomar conciencia de estos momentos y aprender a gestionar nuestras emociones de manera constructiva. Por ello, practicar la atención plena, también conocida como mindfulness, y entrenarse para incorporarla más en el día a día, se está convirtiendo en una experiencia cada vez más común. 

Es importante encontrar un equilibrio entre buscar refugio y evitar escapar de las dificultades, ya que cualquier cosa que anestesie el dolor o evite el afrontamiento puede tener consecuencias negativas a largo plazo.

Plena atención a través del mindfulness

El mindfulness ofrece una oportunidad para reconectar con nosotros mismos en un mundo lleno de distracciones constantes. A través de la práctica de la atención plena, aprendemos a gestionar nuestras emociones, a vivir en el presente y a tomar decisiones conscientes que nos llevan hacia una vida más equilibrada y significativa. 

Desde los primeros pasos en la práctica hasta la integración en nuestra vida cotidiana, el mindfulness nos ofrece una herramienta poderosa para transformar nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Es un viaje que requiere paciencia, perseverancia y autocompasión, pero los beneficios que obtenemos son invaluables. 

Así que te invitamos a explorar este camino hacia la atención plena, a cultivar tu propio espacio de calma y claridad en medio del ajetreo diario. Descubre cómo el mindfulness puede enriquecer tu vida y llevarla a un nivel más profundo de conciencia y bienestar.